Diego Álvarez Chanca, en su trabajo sobre el mal de costado, de 1506, se despren-
de el testimonio de una intensa actividad clínica realizada en
Sevilla. Fue en el centro de esta ciudad, en la colación de San
Andrés, donde pasó Chanca sus últimos años. Allí otorgó testa-
mento, en 1510, y allí publicó su tercer libro, en 1514. De ese
testamento, con fecha de 19 de octubre de 1510, se desprende
que estuvo muy enfermo en esos meses —«estando enfermo de
cuerpo e sano de voluntad»— y «que no pudo firmar por su
flaqueza»57, pero, como vemos, se recuperó.
Por los documentos del Archivo Sevillano de Protocolos, sa-
bemos que el doctor se había casado dos veces —antes de 1498
y en octubre de 1507—, que gozaba de holgura económica y que
hubo de morir con posterioridad al 26 de abril de 1515, fecha
del último escrito a él referente. Entre las transacciones comer-
ciales que a su nombre se registran, hay un par de envíos de
mercaderías a Santo Domingo, la nueva capital de La Españo-
la. Pero da la sensación de que se había desinteresado por aque-
lla empresa, en la que, con tanta ilusión, se embarcara en 1493:
ni en los documentos que le afectaban, ni en el texto de sus li-
bros se encuentra referencia alguna a aquel suceso, salvo una
leve .
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