miércoles, 29 de mayo de 2024


 En cuanto a su preparación galénica, dado su prestigio debía ser muy buena. En esa 

época los médicos habían estudiado las obras de Galeno, Hipócrates, Avicena, Villanueba 

(sic) y Razhes; si bien sus estudios anatómicos eran deficientes, pues en su mayoría sólo 

habían practicado contadas disecciones. También, en algunos textos de la época se 

exponía cómo debian realizarse las exploraciones médicas al paciente y la observación 

que se debía hacer, en todo caso, de la orina y las heces fecales. Seguidamente, con más 

o menos suficiencia, el médico diagnosticaba y dictaminaba, con palabras generalmente 

muy profesionales e incluso latinismos, procediendo a la prescripción que consideraba

adecuada. Si el problema era quirúrgico, se actuaba con los medios y material de cirugía 

de que se dispusiese en esos momentos, a ser posible con la precisa anestesia. 

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