viernes, 4 de abril de 2025



 Diego Alvarez Chanca IA, utilizando la imagen de José Ignacio Igoa Chanca descendiente. 

Se ha dicho recientemente que la famosa carta iba dirigida,

al cabildo catedralicio de Sevilla, al deán de la Catedral de Se-

villa en concreto, don Juan Rodríguez de Fonseca, «armador»

del segundo viaje colombino44. En suma, hasta ahora todos los

historiadores han confundido cabildo del ayuntamiento con ca-

bildo de la Catedral de Sevilla. Pienso que el peso de la tradición

historiográfica es contundente al respecto. Así uno de los archi-

veros en el siglo XVIII titula la portada del legajo donde se in-

cluye la carta junto con otros documentos «copia de la Carta

que escribió al Ayuntamiento de Sevilla el Dr. Chanca, Sevilla-

no, enviado por el Rey Católico en el 2º Viage, en la qual refiere

lo que le sucedió y vio en lo descubierto»45. En otro trabajo se

indica que «otra es la que [...] Diego Álvarez Chanca dirigía al

cabildo de su ciudad —es decir a los regidores del municipio

hispalense, a la que ahora nos referimos—»46. Finalmente, hay

que decir que la carta estaba dirigida al cabildo de la ciudad y

no al catedralicio, que no tendría sentido y, además, el texto que

solo tenemos en copia es claro47. En efecto, no tendría sentido

enviarla al cabildo de la catedral porque iniciada ya la carrera

de Indias el cabildo de la ciudad había adquirido un protago-

nismo muy superior al de la catedral. Además, los Reyes Cató-

licos adjudicaron al corregidor, presidente del cabildo de la ciu-

dad, amplias facultades como representante real que actuaba en

calidad de gobernador de la tierra, alcalde de la justicia y jefe de

milicia48. Y precisamente por eso Chanca escribió la carta al

«Muy magnífico Señor»49, es decir al Corregidor, el delegado

regio, pues no se olvide que Chanca había sido comisionado por los Reyes catolicos. 

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